jueves, 9 de abril de 2009

Un alto en el camino



No estaba animado a escribir más en este blog. Era solo un blog, ¿no? Una isla paradisiaca en el infierno voraz de nuestras queridas redes comunicacionales. No deseaba escribir por este medio, pues ya que, como decía alguna vieja canción, lo consideraba solo, y apenas, un mensaje en la botella. Un mensaje ínfimo navegando en las inmensas aguas de la tristeza. Ni yo mismo podría suponer a quién llegaría, con qué rapidez, cómo lo entendería, y si finalmente terminaría por leer y comprender cada oración mal escrita en cada post que les dedicaba (hasta ahora van solo uno). Aún así, heme aquí. Y heme aquí con toda la resistencia del mundo, pues estuve varias veces tentado a dar por clausurado este blog humilde pero de corazón grande, sencillo pero sincero, con virtudes, pero cuyos errores la hacen más honesta; y no solo porque poquísimas personas lo leerían, o que tal vez sería de mala suerte echar mis penas en un lugar público (originalmente habían dos post, pero tuve que borrar uno porque era demasiada honestidad), sino porque a veces no hay nada de qué hablar, o a quién criticar, y finalmente, no hay nada de qué acusarle al resto del mundo. Y no lo clausuré porque de pronto encontré a algunos (as) seguidores (as), que bien me hicieron pensar que tarde o temprano, más temprano que tarde, siempre tenemos a alguien quien nos va a leer. Esa es la esperanza de la comunicación. La fe ciega que le damos al mundo cuando nacemos, el amor total que entregamos a quien no conocemos, parte de nosotros que cedemos a pesar de que no haya, físicamente, nadie del otro lado. 

La comunicación se ha vuelto tan extraña estos últimos años. Internet, facebook, ringo, twitter, blogs, hi5, messenger, youtube, google... uf. Tanto que hacer y tan poco tiempo. Me pregunto si hay gente que todavía se detiene a mirar los últimos arco iris que empiezan a salir estos días primeros de otoño. O tal vez, habrá gente que puede quedarse quieta en la ventana y observar a las personas ir y venir, que no tenga que marcar tarjetas, que no tenga enamoradas o enamorados a quien decirle obligadamente "te amo", que no tenga que probarse la ropa de moda, que no tenga que cantar la canción de moda, que no tenga que hablar las palabras de moda, y que no tenga que admirar a quien está de moda. 

Ayer descansé un poco, y fumé un cigarrillo. Quisiera descansar un poco más y comprobar si la nicotina se introduce tanto hasta oscurecer mis pulmones. Mi alma le gana la partida, y sin haber aspirado nada de tabaco. Es curioso, había planeado hablar sobre otras cosas y demás, pero hoy me ganó esto. Supongo que será la última vez que lo haga, pero no puedo jurarlo. Hubo alguien por ahí quien me dijo que la razón de ser de los blogs era precisamente porque funcionan como mensajes sin ser leídos. Si Noé envió a una palomilla, yo envío un terodáctilo. Si la DHL tiene conexiones con España, yo lo tengo con Marte. Siempre estaré enviando botellas al mar, gritos en la arena amarilla de sol, sueños que se deshacen ante los tic tac posmodernos de la vida. Aunque a veces, es mejor el silencio y cerrar los ojos. Aun extraño los días en que todos podían oírse y hablarse. Y verse. Aun extraño los días en que todos eramos todos juntos. Y por ello distintos. Supongo que es la aceleración del planeta más su adverbio "más" más la máquina del goce capitalista. Si estamos en la ciudad, nadie nos mueve.  Y si estamos solos, a nadie debieramos llorar. COmo dice la canción, "prefiero el trapecio, para verlas venir en movimiento". 

PD: Si pueden ver "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", pasen la voz. 

3 comentarios:

  1. Yo ya me había dado cuenta, y quién no, de que eres agresivo, tu visión de la vida es algo ácida y tus palabras no son precisamente un mar de comprensión y ternura aún así eres simpático además tienes el mismo problema que yo, la gente no entiende las buenas intensiones de tus palabras, y seguramente al momento de visionar este comentario lo harás desde un punto de vista altamente critico e ironico, quizá no, mejor solo relajate. ji, ji... Pero de buenas intensiones está enpedrado el camino al infierno y si... m invitas, de nuevo, y prácticas tu empatía? ja.

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  2. m equivok ese comentario era pa el ataque del xico cocodrilo, lo siento... no seas duro conmigo. ja.

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  3. Con respecto a tu anterior entrada:
    si vas a ser profesor debe gustarte, sino, mejor no hagas el intento porque no te saldrá.
    Al menos sé humilde y decir que te falta y no ser soberbio, se te verá mejor si aceptas tu realidad, no seas tan engreido.

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